Este año se cumplen dos décadas desde que investigadores del Centro Helmoth para la Investigación Ambiental (Alemania) iniciaron un experimento sobre la relación entre la biodiversidad y la funcionalidad ecológica en un prado a las afueras de Jena.
Para ello, dividieron un prado en lotes de 20 x 20 m y los plantaron con diversas combinaciones de las 60 especies de plantas presentes en el entorno. En unos casos, monocultivos, en otros combinaciones de varias especies y en otras, todas ellas. Dentro de cada lote, se prepararon subsecciones con cambios en riego, nivel de iluminación y demás parámetros. Los detalles se pueden encontrar en la página web del experimento: El Experimento de Jena.
Los 82 lotes han sido objeto de monitorización exhaustiva hasta hoy y el proyecto sigue adelante. Se han publicado 108 tesis doctorales y un millar largo de publicaciones sobre aspectos tan diversos como la evolución de las propiedades del suelo, la diversidad de los microorganismos e insectos, o los cambios en el grado de implantación de las especies herbáceas inicialmente plantadas.
Un resumen de las conclusiones hasta ahora obtenidas se puede ver en este video (en inglés). Pero para hacer un resumen en pocas líneas, los datos corroboran que, a mayores tasas de biodiversidad les corresponden mayores niveles funcionalidad y resiliencia en estos mini-ecosistemas. Esto tiene su lógica si consideramos que todos los organismos que comprenden el sistema ecológico de un prado han evolucionado compartiendo ese mismo nicho, adaptándose unos a otros y cubriendo cada uno su papel. Los detalles de ese complejo entramado de relaciones entre los miembros del ecosistema es un reto tan grande como apasionante. Nos queda todavía mucho por aprender!
Commenti